martes, marzo 14, 2006

 

7mo. Viaje (Enero 2002): Cuyo...Talampaya - Ischigualasto (Valle de la Luna) - Las Quijadas

Paisajes de Catamarca - Andalgalá (26/12/01)

Hola todos/as! Cómo va?

Antes de lo planeado, acá estoy ya mandando algunas novedades desde el camino.

Llegué hoy a Andalgalá, en Catamarca, donde después de unos inconvenientes técnicos logré conectarme a la red (un cable pelado, bah!).

Pero mejor arranquemos desde el principio...

El domingo 23 llegué a Tucumán después de una amansadora de 25 hs en el bondi. De terror! Se hizo larguísimo el asunto...No se puede creer el volumen de bártulos que llevaba la gente! Una locura.

Después de una inquietante espera pude recuperar la bici del depósito de la empresa de micros, que previsoramente me había autoenviado hace una semana. Je!

Bajo la mirada de un cana armado hasta el caracú (curioso nomás el tipo), armé la máquina y me dispuse a arrancar. Me corrió un sudor frío por la espalda cuando me saqué la foto de partida..con el cana, que cargó el rifle antes de la misma. Que chistoso!

A las 16,30 empecé a rodar. Agarré por la autopista derechito hasta Monteros, a unos 50 km de Tucumán. Por suerte estaba nubladex, así que el calor no era de lo peor.

Preguntando en una estación de servicio me mandaron a un camping cercano, Los Torrejones, que resultó de lo más acogedor. Al ratito nomás estaba saltando a la pileta...qué lujo! Terminé jugando a la pelota en el agua con los hijos del dueño, de 8 años, mientras una parejita de adolescentes se daba duro en el otro borde...

El 24 salí a eso de las 8 y ya de movida me crucé con un piquete...dos...tres! Por suerte se limitaban a mirarme con cara de bicho raro y me dejaban pasar. Al final tenía la ruta libre para mi solito y la gran cantidad de gente que se movilizaba en dos ruedas como yo.

Pase por Concepción, y terminé caminando por la peatonal atestada de gente y comercios que con sus marquesinas daban un verdadero ejemplo de lo que es la polución visual...

Hasta ahí el camino venía facilongo, con una suave pendiente en bajada. De ahí en más la cosa cambiaría.

Tome el rumbo para Alpachiri, mis últimos 20 km de asfalto. Lentamente la cosa empezó a subir, mientras encaraba para los nevados del Aconquija, imponentes al fondo.

En el pueblito aproveché para comer algo mientras el sol ya empezaba a picar lindo. 20 km más, esta vez de ripio, me fueron internando en una vegetación cada vez más abundante. Mucho verde, mucha humedad. De 540 msnm pasé a 1150 en el destino final! No fue fácil ya que el calor pesaba bastante, pero por suerte al acercarme a los cerros las nubes que estaban atascadas en la cima me protegieron bastante.

A eso de las 15 llegué al Camping Samay Cochuna, a 4 km de la Cuesta del Clavillo que me esperaba para navidad...

El lugar, un sueño! Un camping que más que eso era un hermoso bosque con alguna que otra mesita por ahi. Y todo para mí! Verde rabioso a más no poder y el río ahí nomás...tanto que al toque ya estaba pegándome un baño. Es más, el agua estaba tan linda que ameritó un pseudo-jacuzzi entre las rocas y la correntada. De diez!

Después de una siesta oportuna por la caída de algunas gotas, me aboqué a preparar el banquete navideño: unos fideos con salsa instantánea...agh! Después hice un simulacro de fuego con la leña húmeda y festejé abriendo el regalito que me habían dado para el viaje...que empache de almendras con chocolate!!! Berp!

Mientras estaba en eso fui a la carpa a buscar algo, y un movimiento a mi izquierda me hizo garcar hasta las patas. Ruidito de bolsas...algo se había metido en la carpa!!! Alumbré con la linterna y se oyó un solo grito...porque los sapos no pueden hacerlo! No se cual de los dos se pegó el mayor julepe, pero el bastardo me meó media carpa mientras trataba de cazarlo. Por cierto, que repugnante al tacto el la piel del sapo...más cuando es muy grande y te mira feo...Al final lo agarré y se ganó de una un viaje de un boleo hacia el bosque insondable.

Ah, Feliz Navidad!

El 25 amaneció despejado. A las 8 arranqué para encarar la cuesta del Clavillo. 8 km de trepada por la ladera de un cerro abundante en vegetación. Hasta los 1850 msnm. Me llevó poco más de dos horas contando las paradas a sacar fotos. La vista del nevado del Aconquija se vio opacada por las nubes, que empezaron a copar el ambiente. Tanto que terminé rodando en medio de una de ellas!

A las 11,30 llegué a La Banderita, final de la cuesta, donde una numerosa familia que pasaba paró y me convidó pan dulce. Las vistas desde ahí eran soberbias..si no fuera por las putas nubes!

Ahicito nomás crucé el límite y entré a Catamarca. Un poco más de subida y a disfrutar de la bajada del otro lado. A mis espaldas, los verdes valles tucumanos. Hacia adelante, la más seca zona que me llevaba a Las Estancias, un chorrerío de pueblitos más adelante.

La bajada duró unos 10 km, entre zig zags al principio y después a la vera del Río Grande. Bah, gigantesco por su cauce rocoso, pero de agua poco y nada. Me impresionaron los cruces que tenía el camino por donde en algún momento pasaría el agua llevándose todo...menos mal que no fue hoy!

Terminé en el pueblito de Aconquija, donde gracias a mi gestión con la policía (el sellito sirve de excusa para muchas cosas...), conseguí permiso para quedarme en el complejo municipal. Así que ligué una pieza con dos trichetas (se llama así cuando son tres camas?) en la que rápidamente me desparramé como la mugre a mi entero gusto. Mates, siesta mientras caía un tormenta de mucho ruido y poca agua y después una cena como corresponde en el bolichón del pueblo. De lujo!

Hoy a las 7,30 ya estaba al pie del cañón, listo para salir. Cielo totalmente despejado y el sol apareciendo por el cerro. La imagen de los nevados del Aconquija me cautivó. Impresionante!

Por la altura del lugar (1600 msnm) estaba fresquito y agradable. Comencé a rodar dejando atrás estos pueblitos en busca de la Cuesta de Chilca. Me habían anticipado que yo la iba a hacer de bajada, así que no me preocupaba el asunto.

El paisaje estaba poblado de cultivos bajo regadío, con una sensación de aridez mucho mayor que del otro lado del Clavillo. De tanto en tanto unas florcitas rojas le daban un toque de color al predominante verde seco.

Después de 26 km llegué al punto cúlmine, a 1920 msnm y ahí empezó la bajada. Serpenteando entre los morros, ante mis ojos se desplegó un paisaje apocalípticamente hermoso. Al fondo, muuuuuy abajo se veía el campo de Belén (una llanura cuadrangular de 100 km de lado) y calculo que por ahí andaría Andalgalá. En el medio, un interminable zigzagueo del camino, que de tantas vueltas me hacía hormiguear el estómago.

A cada curva el paisaje cambiaba. Cada parte con su propia belleza. El salar de Pipanaco al fondo, la inmensidad de la planicie al frente...increíble.

A medida que bajaba la temperatura aumentaba más y más. Algunas curvas simplemente eran terroríficas ya que sin defensa alguna, el menor desliz me mandaría al reverendísimo carajo!. Unas cornisas de aquellas! A pesar de bajar en un camino relativamente bueno, los frenos iban a full. No era cuestión de seguir de largo, no?

Ese tipo de bajadas con estos paisajes justifican cualquier esfuerzo por llegar hasta ahí. Im-pre-sio-nan-te! Hasta tuve el lujo de ver un par de cóndores volando a mi altura!

Después de interminables vueltas y contravueltas y 14 km llegué al final. Con una yapa de 6 km más de pendiente a favor. Tardé como una hora en bajar de tanto parar a mirar con la boca abierta el paisaje.

Después vino el pay back: 8 km en un camino arenoso y realmente tórrido y seco hasta alcanzar el asfalto antes de Andalgalá. Qué manera de chivar! La térmica saltó a 36 C como si nada!

Por fin llegué a Andalgalá y luego de dar unas vueltas conseguí un camping por mango y medio con pileta y todo. Chiche! El calor, realmente sofocante. Ahora comprendo por qué en la calle no estaba ni el loro!!!

Ante la expectativa de 85 km de ripio y con la cuesta de Belén en el medio, mañana planifiqué de arrancar antes de las 6 (si me levanto!), con tal de zafar al máximo de este tirano febo. Plis, mándenme una nubes!!!!!

Bueno gente, si realmente me quiero levantar a las 4, más vale que morfe algo y me mande al sobre...

Les mando un cálido abrazo y besos ardientes...

Ta´ Chilecito (o tal vez antes?)

Jamerboi

De los pagos del Charly - Chilecito (30/12/2001)

Hola todos/as!! Cómo va?

Se va el último mensaje de este 2001. Increíble que ya se acabe un año que siempre sonó a futurista, no?...y todo sigue igual que siempre!!

En fin, hoy al mediodía llegué a Chilecito con un día de anticipación según lo planeado, gracias a un pequeño cambio de planes y un asfalto inesperado...pero vamos a donde nos quedamos la última vez.

27 de Diciembre. Andalgalá. Hoy comienza una rutina que la verdad todavía me asombro de estar llevándola a cabo: a las 4 de la mañana me levanto para desayunar tranqui y levantar campamento, para salir entre las 5 y media y seis con la bici. Apenas comienza a clarear hay que salir ya que el sol del mediodía es literalmente un asesino de ciclistas...y cualquier cosa que ande por ahí!

Noche estrellada a full...con 20 C!! Loco...A las 5,45 arranco. Ya hay movimiento en el pueblo. Los primeros 14 km son asfaltados y con una suave pendiente a favor, así que es un verdadero placer rodar mientras se ve la claridad avanzando sobre los cerros.

Después arranca el ripio. Un camino bastante llano pero plagado de serruchos. Es un laaaarga coctelera que me sacude mientras avanzo en una interminable recta hasta toparme con las sierras al fondo.

El sol dibuja formas muy curiosas sobre los arrugados pliegues de las rocas. A pesar de lo desértico y árido, hay una vegetación bastante más alta que la que vi en la patagonia o la puna. A mi izquierda, el extensísimo campo de Belén, inmensa planicie cuadrangular de 100 km de lado.

Se ven algunas vacas y caballos perdidos por las soledades y bastantes zorritos. Es impresionante la cantidad de chicharras que hay! Un sonido continuo!

A las 7,30 ya hacen 27 C!!

Lo bueno de estos caminos poco transitados es que son como un baño en continuo. Se puede parar donde sea y sin necesidad de refugio alguno satisfacer las necesidades del organismo. Un pocito con el talón y listo! Ya tenemos un toilet de primera!

El camino continua entre leves pendientes hasta que en el km 52 encara la cuesta de Belén. Por suerte es sólo un pequeño faldeo de unos 3 km que sube hasta los 1100 msnm. Igual a las 10,30 el sol ya me pega mal y el reloj marca 41 C!!! Aghhhhh!!!!

La bajada es breve y los serruchos se ponen muy bravos. El camino empieza con subidas y bajadas que al calor del sol se hacen terribles.

A los 78 km algo que parece un espejismo se vuelve una feliz realidad: asfalto! El traqueteo ya me había descompuesto de tanto salto!

Después de 12 km más llegué a Belén, un pueblito muy pintoresco y similar a Andalgalá. Al toque me atoré con una coca helada y media sandía. Será igual que con el vino? Porque quedé out!!

De pasada por la policía me recomendaron seguir hasta Londres, un poblado a 15 km camino abajo según me aseguraron, donde me podría quedar a dormir en la comisaría. No lo dude y después de una pausita, bajo el incandescente sol me largué pa’ London...

Pueblito muy chico y humilde. Fui la distracción para unos canas muy aburridos que mataban las hora jugando al rummy o haciendo puerta. Charlar con esta gente es muy interesante. En todos lados me preguntaban que tal había sido el tema del estallido social en Mardel, cómo estaba la cosa. Y así uno conoce las realidades de esta gente y se da cuenta de lo afortunado que somos por las vidas que tenemos en ciertos aspectos. Eso sí, tranquilidad por acá nunca falta!

El pago en estos pueblos es todo un caso. Los pesos no existen! Sólo bonos provinciales y Lecop. Para colmo, los de Catamarca y Tucumán están hechos bolsa! Uno se siente estafado cuando le dan esos papeluchos de vuelto...y también cuando pago con ellos me siento estafador!

En Belén me confirmaron que el camino que pensaba hacer por la Cuesta de Zapata era intransitable. Hace años que está abandonado y a pesar de ser factible en bici, la idea de quedar varado trepando una cuesta grossa como me dijeron que era esta al sol del mediodía no me entusiasmó demasiado.

Así que el viernes 28 salí de Londres rumbo a San Blas de los Sauces, en la Rioja. Todo asfalto!

Los primeros 70 km un ensueño, con un ondulado camino bordeando por otro lateral el campo de Belén con bastante bajada. A mis espaldas iba quedando un panorama espectacular de las sierras y sus arrugados rostros.

En eso, mientras rodaba, casi piso algo extraño. Al mirar bien vi que era una tarántula de un tamaño descomunal que estaba cruzando el camino a lo más chota! Qué impresionante! Me hizo dudar de mis paradas a descansar en donde me sentaba tranquilamente a la vera del camino. Puaj!

Antes de llegar al empalme de caminos tuve el regalo de una espectacular bajada que me brindó una panorámica fabulosa de los valles y cerros que me esperaban. Y que aridez!!

La calor ya pegaba lindo, y los próximos 30 km fueron una suave y agotadora subida hasta el destino final...

Entré a La Rioja sin enterarme ante la ausencia de carteles...pero una seguidilla de carteles con la jeta de Menem proclamando que ahora si volvía la esperanza me hizo saber por dónde estaba...brrrrr, sudor frío por la espalda!

Se nota que el quía metió plata en esta provincia. Tendrían que ver como hay asfalto por todos lados, y de qué calidad!

Terminé en Andolucas, un pueblito famoso en la zona por ser un pequeño oasis con un balneario muy verde y con un río para bañarse. Una combinación escasa en esta árida zona.

Ah, cara esta provincia! Los precios son bastante más altos que en Catamarca...

Luego de un día de huevo y descanso aprovechando las aguas del río y la sombra de los árboles, ayer emprendí el camino hacia Angulos.

Un hippie con el que hablé en Andolucas me comentó que el camino entre Capanas y Tinogasta estaba asfaltado, así que decidí encarar por ahí a pesar de la mayor dificultad para ver de cerca el nevado de Famatina.

Al salir el camino me recibió con una hermosa y suave subida de 10 km...ufff! Pero al llegar arriba y con las primeras luces, un espectacular marco se desplegó ante mi: el valle por delante y de fondo el imponente nevado de Famatina. Impactante!

Seguí bajando y subiendo hasta pasar por Pituil, un oasis muy bonito donde me detuve a comer algo. Las casas eran de principios del siglo xx y la atmósfera dentro de ellas con techos altos y de caña y adobe muy especial...contrastando con las n antenas parabólicas que no faltan por ningún lado!

A las 9,30 ya se sentía el calorcito. La pareja del boliche era muy simpática y me contaron de sus anécdotas andando en citroen por la cuesta de Miranda y de su devoción por la difunta Correa (que dicho sea de paso, tiene santuarios a patadas!!).

De Pituil continué para Chañarmuyo, todo en subida y en un paisaje cada vez más árido. De pasada me pegué una escapada a ver el dique que hay allí. Qué loco ver tanta agua junta en medio de tanta sequedad! Tan seco es que ni se moja la ropa. La transpiración se evapora instantáneamente!!

Luego subiendo hasta Campanas, donde en su verde plaza me pegué una siestecita para continuar por fin hasta Angulos. Ya el mediodía me había alcanzado y estaba muy caluroso.

Por suerte las nubes venían avanzando y parecía que habría agua en breve...

12 km más y trepando hasta 1770 msnm...700 m de desnivel en un día pesadito...

En Angulos encontré un pequeño camping que pensé abandonado, con unos árboles espectaculares para acampar. Lástima la falta de agua! Después cayó el dueño y me dejaron quedar igual. Sí, agua al pueblo nomás...

La luna llena coronó una noche divinamente fresca, que luego se volvió muy ventosa y con lluvia.

Hoy madrugué en medio de una noche muy fresca (12 C!), ventosa y nublada.

El viento que ayer me dio unas cuantas molestias para avanzar, hoy estuvo cruel. En contra y a full todo el tiempo!

De Angulos encaré la cuesta de la Aguadita, y después de 12 km trepando lentamente llegué al punto más alto a 2045 msnm. El paisaje imponente, lástima que las nubes me tapaban al Famatina...

De ahí en más, 20 km bajando desenfrenadamente hasta el pueblo de Famatina. Al llegar con los primeros rayos de sol colándose entre las nubes y elevando la temperatura, coincidí con una procesión religiosa. Se trataba del niñito de Gualco, una estatuilla de sólo 4 cm venerada en la zona y cuyo hogar principal es Angulos. La gente entonaba cánticos al son de bombos, guitarras y cajas, mientras algunos vestían ropas ceremoniales tradicionales muy humildes. Me uní al grupo para vichar un poco y terminé en la capillita haciendo los honores como los demás. Imagínense que si además de parecer un bicho raro como voy vestido y ser extraño al común de la gente, si al menos no lo besaba me sacaban a patadas por sacrílego! Qué increíble la devoción de esta gente!!

Me contaron que la lluvia que tuve yo fueron piedras en Famatina, y la plaza del pueblo lo atestiguaba. Qué cantidad de hojas desparramadas!!!

Continué el camino hacia Chilecito, con más bajada. Crucé de nuevo las sierras del Cintillo de la Reina de los Incas, que separa con el valle por donde va la otra traza, hasta encontrarme con ella. Una aridez espeluznante se abrió ante mis ojos, contrastante con el verdor de los oasis dejados atrás.

Un poco más de bajada y los últimos 8 km subiendo para llegar al pueblo. Y qué pesados resultaron! El calor trepó exponencialmente y la garganta se secaba instantáneamente al respirar.

Me instalé en un hospedaje sencillito pero bonito, el Don Isidro. Hoy me toca un poco de descanso!!

Aproveché la tórrida tarde para echarme una siesta. Realmente una necesidad con estos madrugones!

La ciudad-pueblo no es demasiado pintoresca pero es lo más grande que veré hasta San Luis. Al menos en Turismo me atendieron muy bien.

Lo choto es que los cajeros están fuera de servicio, así que me parece que voy a tener que llevar una austeridad galopante hasta encontrar otro en el camino...ouch!

Mañana salgo para Sañogasta, donde pasaré año nuevo...apoliyando. Porque el 1ro bien temprano quiero encarar la fabulosa cuesta de Miranda. Digamos que es como la Chilca, pero esta vez la tengo que subir! Me esperan 10 km de subida hasta los 2020 msnm por más de 800 curvas!! Y vi unas fotos de los paisajes que me esperan...soberbio!

Así que esta vez celebraré a eso del mediodía, cuando en la cumbre de la cuesta levante mi caramañola y brinde por todos uds...con agua caliente! Desde mis sueños les deseo Feliz Año nuevo para el 31 a la noche, y recuerden cuando se vaya a dormir después de la joda que por ahí andaré rodando por estos paisajes y celebrando junto a uds...Felicidades!!

Bueno, desconozco dónde podré volver al mail nuevamente. Por ahí en San Agustín del Valle Fértil. Y sino será hasta dentro de un par de semanas...

Gracias por la caterva de mensajes y les mando a todos un abrazo muy fuerte y muchos besos.

Salud!!

Jamerboi

Maravillas Argentinas - San Agustín del Valle Fértil (4/01/02)

Hola Todos/as

Incertidumbre, indignación, impotencia.

Lunes 31 a las 7,30 de la mañana. Así me sentí junto a un grupo de Jubilados mientras esperábamos para ver si podíamos sacar unos pesos del banco. En eso cae alguien diciendo que hoy los bancos no abren y que había renunciado Saa!! Cómo? Y quién nos gobierna???

Aires de desanimo por todos lados. Así se vivía por esos momentos mientras trataba de averiguar algo de lo que estaba sucediendo. Policías por todos lados. Jubilados amontonándose esperando a ver si se solucionaba algo.

Por suerte uno de los cajeros fue habilitado y pude sacar unos mangos para seguir. Mientras esperaba, charlando con un tipo me contó que hoy era el encuentro de santos en Mallingasta, llamado el Tincunaco. Como sólo pensaba ir hasta Sañogasta, a 30 km, para estar más cerca de la cuesta de Miranda, agarré y me mandé a ver el evento religioso.

Mallingasta es uno de los pueblitos que hay en los alrededores de Chilecito. La plaza es muy linda, con mucho verde. Y bien que lo vale cuando el sol pega duro como hoy! La cosa consiste en que salen de la iglesia el santo del pueblo, San Nicolás, y en niño dios vestido de alcalde y se encuentran del otro lado de la plaza. En el camino se suceden los cantos y rezos y la gente lleva vestimentas especiales para la ocasión. También hay banderilleros que escoltan al santo portando sus banderas hechas de los mas diversos géneros. Se respira un aire de devoción muy fuerte.

Cuando se juntan, el intendente le entrega las llaves de la ciudad al niño alcalde en señal de sumisión a su poder regidor...Después siguen juntos de nuevo a la iglesia donde sigue con la misa...y ahí me raje!

Las festividades continúan por dos días con cantos quichuas y celebraciones en las que se congregan hasta 10 mil personas!!

De camino de vuelta trate de visitar los museos de Nocenta Pissetta, que tiene un pesebre en arcilla de tamaño natural, y el del cablecarril La Mexicana, que llegaba a la mina del mismo nombre en el cerro Famatina allá por los años 20, siendo la obra de cablecarril de ese tipo más grande del mundo. Pero por supuesto, estaba todo cerrado...

Después de una siestita salí para Sañogasta, como para evitar el calor del mediodía. Lo que no sabía era que el calor es mucho más intenso a eso de las 17, exactamente mientras yo pedaleaba! Casi 40 C!!!! Una fritanga total!!

En Sañogasta me quedé en el balneario municipal, un lugar que si no estuviera tan dejado estaría de maravillas! Muchos árboles y un dique natural con aguas de vertiente...una pileta de aquellas!!

Mientras comía apareció de la nada un vago a bañarse, que en la penumbra hubiera parecido más que venía a chorearme todo más que a charlar un rato...y no se iba más!! Lo peor es que hablaba muy cerrado y no entendía ni la mitad de lo que me decía...

A eso de las diez me acosté y como no podía fallar, cayó un auto con música a full para amenizar mis sueños...y después los fuegos artificiales...bueh, Felíz Año!

El primero madrugué a las 4 para encarar bien tempranito la cuesta de Miranda. Mientras preparaba la Maira vi unas luces que eran un tanto intensas para ser luciérnagas...eran unos rayos de la hostia que caían ahicito nomás en medio de un panorama bastante negro. Se venía una mufa infernal! La cabeza a mil. Me agarrara subiendo? Se cortará el camino? Eh? Eeeehhhh????

Salí nomás y mientras atravesaba el camino me fui cruzando con los vestigios de gente que volvían del festejo de fin de año preguntándose si eso que veían en bici sería parte de su delirium tremens o algo real...

Por suerte el lado de la cuesta estaba claro y la podrida estaba detrás mío. Empecé a subir despacito internándome en el valle del río Miranda. Los cerros tomaron una coloración roja intensa. A medida que subía se ponía más y más interesante la vista tanto hacia el frente como para atrás.

Al pasar por vialidad comenzó el ripio, mucho mejor de lo que yo esperaba. La subida resultó ser un faldeo por el cerro, con muchas curvas, pero sin ser un caracol cerrado como la cuesta de la Chilca. De a ratos salpicado por el sol, las vistas se hacían aún más intensas y preciosas. Hasta la luna cayendo detrás de un cerro coronaba el paisaje.

A mitad de camino, un viento medio extraño empezó a remontar las nubes por el valle como si fuera en cámara rápida. Espectacular! De pronto me vi envuelto en nubes y más tarde el paisaje había cambiado drásticamente. Una belleza!

Cuando estaba a un par de km del punto más alto, vi que yo no era el único lunático que andaba pedaleando por esos pagos a esa hora el primer día del año! Vamos todavía que no estoy tan mal! Resultó ser Cristian, un vago de Sañogasta que hace la cuesta habitualmente como entrenamiento y le gusta la tranquilidad como el que escribe.

Seguimos juntos hasta la cima, a los 24 km, donde a eso de las 10 hicimos el consabido brindis celebrando el 2002...por suerte con agua fresca!!! La calor no se hacía sentir por el momento. De fondo, las formaciones del parque Talampaya. Pensé que la cosa iba a ser mucho más dura, pero la verdad que se dejó trepar relativamente fácil...

Continué mi vía solari hacia abajo. De este lado el sol mandaba y por lo tanto los aires empezaron a ser más y más calientes. Una bajada tranquila, por un camino mucho más serruchado y arenoso que la otra parte. Descendiendo por unos áridos cañones de color rojizo...

Después de 25 km más paré a tomar algo fresco en lo que en el mapa era el pueblo de Puerto Alegre...que resultó ser un caserío disperso de casas de adobe y material muy humildes. Pregunté por una despensa y llegué a la casa de Juan Ormeño, donde la cosa consistía en una heladera con bebidas para vender...

Me invitaron a pasar ya que el sol del mediodía estaba muy fuerte. Mientras tomaba una pseudogaseosa me convidaron con un poco de chivito de la noche anterior mientras charlábamos un poco. En eso cayó un colega de Juan, un tanto afectado por los festejos...se armó la conversación-debate cuando surgió el tema de Saa. Qué sacado estaba el tipo! Indignado con los porteños que nada les venía bien! Que no dejaban tiempo para nada!, y así...mientras se despachaba escupía en todas direcciones, supongo que del entusiasmo. La cosa pasó a plano local y me enteré de los mil y un casos de corruptela que hay en la zona y en Villa Unión, siendo un perfecto modelo a pequeña escala de lo que es el país. Va cerrando la idea, no?

Imagínense un laburante que gana 300 pesos por mes, al que le quieren rapiñar 100 para cosas partidiarias y que encima le conté como siete críos! Al principio pensé que eran dos, pero fueron apareciendo como hongos por todos lados!! Acá no se vive, se sobrevive...

En medio de un calor infernal seguí viaje para Pagancillo. 21 km por una recta interminable de pura arena. Tórrido, seco, áspero! Por suerte hay una pequeña pendiente en bajada y llegó antes de convertirme en pasa de uva! El agua que tengo estaba más para mate que para tomarse...

Por fin llego a Pagancillo. Un pueblito chiquito, desperdigado a lo largo del camino. En la policía me reciben de diez. El Luis Ruarte es muy simpático y ante la incertidumbre de dónde acampar me manda a la finca del hermano, donde al menos voy a tener la sombra de unas higueras...hecho!

En la plaza conozco a César, uno de los que hacía vistas al Parque Talampaya hace un tiempo y me pinta un panorama bastante gris: que no se puede acampar, que hay que esperar a que se junte gente si no quiero pagar un montón por las excursiones y ahora no va nadie, que no me van a dejar meterme con la bici..y así. Lechuzón el quía.

A la noche se viene encima la tormenta que me venía persiguiendo, armando un show de rayos y truenos espectacular!...y sin una sola gota de agua.

Día 2 de enero. De vuelta madrugando a las 4. El cielo está cubierto pero no hay señales de lluvia. Hasta está fresquito! Mientras desarmo la carpa me encuentro con un escorpión o alacrán de tamaño medio, susto grande! Qué cagazo! Lo siento por él pero el pánico hizo que mi pie fuera más rápido que la alimaña...

Los 45 km se dejaron llevar tranqui. El cielo nublado me presagiaba que no iba a poder apreciar bien el panorama. Que garrón! Los 14 km finales de entrada en subida me dejaron listo...para una siesta!

Al llegar no había un alma. El sistema de visitas guiadas es en camionetas que llevan hasta 8 personas y salen 40, 90 y 130 mangos según el recorrido. Obviamente, el más frecuente es el primero. Pero si no venía nadie, se me iba un poquito del presupuesto...

En eso vi que había un cartel que decía: recorra Talampaya en bicicleta. Siiiiiii!!!!!! Me fui al tiro encima del guía que hacía la excursión y empecé a romperle para ir más lejos, ver más cosas y así...

Armé campamento en el desierto arenoso al lado de la confitería y en eso cayeron Juan y Andrea, una parejita de porteños que había visto por Chilecito. Ya habían venido el 31 y como no había venido nadie se quedaron con las ganas. Igual éramos pocos como para encarar el recorrido 2.

Con ellos me enteré de que Duhalde era el nuevo presidente (!!!!!!????), Ruckauf canciller (!!!!?????), de los bardos que habían ocurrido en estos días, que no iban a hacer elecciones, que por ahí devaluaban...mi boca estaba abierta a más no poder del asombro.

Finalmente los convencí, y junto con los sobrinos del concesionario de la confitería, nos mandamos con Huguito a hacer la recorrida en bici.

No les puedo explicar lo que se siente internarse en tremenda inmensidad como es el cauce del río Talampaya flanqueado por terribles paredes de color rojo que te dejan con tortícolis al mirar para arriba. Es espectacular!

Al poco andar paramos y nos internamos por las arenas caminando entre formaciones alucinantes. Las nubes que lo cubrían todo van dejando claros que al ser penetrados por el sol le dan un tinte de color diferente a las rocas...y una calor infernal!! Nos internamos en un valle, siguiendo las tortuosidades de los cañadones. Nos cansamos de decir "que bueno", "espectacular", "alucinante" y así....un diccionario de sinónimos por acá!!!!

Volvemos con las bicis y descubro la primera pinchadura en la vida de Maira (sin dobles intenciones, eh?). Ahí también descubro que la llanta no viene preparada para cámaras con pico de auto, así que a darle a los parches nomás. Los demás agradecidos por el descanso..

Vemos unos cuantos guanacos. Los chicos copados mirando los animalitos que trepan una duna...y empiezan a darse sin asco! Telo Talampaya a full! Pintoresco...

De ahí vamos a ver los petroglifos, improntas en las rocas de culturas que alguna vez habitaron el valle. Luego, el jardín botánico, un muestreo condensado de la flora de la zona, mucho más variada de lo que uno se imaginaría. La más impresionante es la brea, una planta que tiene el tallo verde para hacer la fotosíntesis y que en lugar de hojas tiene espinas para una mejor preservación del agua.

Terminamos contra el farallón, en un lugar llamado la chimenea. Es como un semitubo en la roca que se extiende por encima de nosostros unos 200 metros. Ahí el eco es el gran atractivo. Al grito de "Agua!" se oye: agua...agua...agua...agua...no hay! Bueno, eso último es lo que pareciera contestarnos el cañón...

Ahora el sol ya pulverizó las nubes y nos parte al medio. Son más de las tres de la tarde y cada rinconcito de sombra es un paraíso. Seguimos con las bicis y nos dirigimos hacia uno de los atractivos del parque que es la pared llamada la catedral.

Hugo nos lleva de caminata nuevamente y trepamos por la roca hasta un mirador de donde se tiene la impactante vista de la catedral y al fondo las formaciones rocosas de el monje y la torre de ajedrez. Sin palabras que describan semejante paisaje...

Emperrado y tozudo, lo vuelvo loco a Hugo para ir con las bicis hasta el pie de la catedral para unas fotos. Al final lo convenzo y mientras los demás agonizan en la sombra, vamos nosotros. Alucinante!

De vuelta descubro que una bruta espina me atravesó la cubierta de lado a lado como churrasco de croto. Otra vez a los parches....que paciencia! El viento sopla con violencia. No se puede creer! Arranca a eso del mediodía del sur y va incrementando su fuerza hasta que para a eso de las 11 de la noche. Casi me vuela la carpa!

Con una cara de felíz cumpleaños que no les puedo explicar volvemos a la confitería...después de andar yirando 6 horas!!!! Un lujo y sólo por 10 mangos. Con los chicos de baires nos cagamos de risa todo el tiempo. Unos sacados tirando fotos a cada rato!

El parque tiene la particularidad de que los guardaparques viven en Villa Unión, a 70 km, y no hay permanencia en el lugar. Y eso que es Nacional desde el 97! La gente me cuenta los entretelones y la verdad que es vergonzoso. Los tipos no tienen idea de como son las cosas ahí y ni se molestan en aprender de la experiencia de la gente que esta en el lugar desde hace tanto tiempo. En realidad el verdadero guardaparque y baqueano del lugar es don Adolfo Paez, el dueño de la confitería. Les recomiendo lo contacten por cualquier cosa al respecto de Talampaya. Es un tipo muy macanudo y la verdad que me atendió con una hospitalidad y cordialidad únicas. Tomen nota:

Adolfo Paez
Barrio San Isidro
(5369) Pagancillo
La Rioja
TE: 03825 470397

El 3 de nuevo arranqué a las 4 para partir tempranito con destino a Ischigualasto (Valle de la Luna), a casi 100 km de allí. No les puedo decir la hermosura de ese cielo puro en medio del desierto. Hasta con un par de estrellas fugaces de las buenas de yapa!

El camino transita por un vasto desierto de largas rectas. Los primeros 30 km después de salir del parque nacional son en suave subida pero las vistas de las formaciones que van quedando atrás son de postal. Después viene el premio de la bajada, circulando en paralelo al Valle de la Luna, del otro lado de los cerros a mi derecha.

El vientito ya empieza a soplar del sur.

Al mediodía paso por Los baldecitos, un caserío de ranchitos de adobe en donde paro a comer algo (un afano a mano armada) y me cruzo con Adriano, un mochilero que quiso llegar al Valle de la Luna, pero la escasa afluencia de gente lo dejó varado...qué garrón!

17 km más en subida en medio del sol asador y llego por fin a eso de las 14,20 al Parque Provincial Ischigualasto.

El método acá es diferente. El recorrido es de 45 km y se hace en el vehículo de uno acompañado por un guía. Por más que tiro la onda, no me dan bola para ir en bici y llevarlo en el caño...

Me recomiendan hacer la excursión ahora, ya que las nubes están presagiando tormenta y si llueve mucho el camino del parque se pone intransitable y se cierra. Así que al toque me preparé para salir.

Le pregunto a unos vagos de Buenos Aires, Francisco y Silvio, si puedo ir con ellos. Están re-volados! Me dicen que no hay drama...si no me molesta que se fumen un porrito. Todo bien! El Fran se parece a Wayne, el de la película Wayne´s world!

Le pregunto a un tipo que está en una camionetita minivan si puedo ir con ellos así los vagos no tienen que sacar las n cosas que llevan en el asiento de atrás. No, no...el guacho me hecha fly, pero mal! Un ortiva de cuarta.

Los pibes vienen con una dimensión temporal propia. Al final apilamos las cosas y me meto. Arrancamos y al toque empieza la fumanta...uhhhhh logo, el Valle de la Luna es un flash!! Bob Marley suena de fondo dando el toque de ambientación acorde...

Llegamos a la primera parada, el gusano, donde se ven restos de fósiles que denotan que hace unos millones de años ahí había vida a full. Se arman dos grupos: el amargo con su esposa hiper-preguntona más sus hijas y el abuelo que no deja de contar anécdotas interminables; y nosotros tres más una pareja que se suma a la movida, que se vinieron desde Carlos Paz, Córdoba, a pasar el día!! Como que quedamos bien diferenciados. Los dejamos irse y nosotros paramos en cualquier lado, llegamos tarde...un descontrol.

Pasamos por Valle Pintado, con los paisajes lunares que le dan el nombre al lugar, hacemos la caminata hasta cancha de bochas, un sitio donde se amontonan rocas redondas como si las hubieran acomodado a propósito.

El guía no sabe con qué grupo quedarse. Los otros le hinchan las pelotas con preguntas boludas, nosotros estamos de joda...cuando nos muestra un fósil de brrrabrrrasaurio nos matamos de risa! Nos está verseando! Encima nos quiere convencer de que ahí se puede entrever el cráneo del bicho...dónde???!!! Un chamullero!

Seguimos viaje y en eso se nos queda el auto totalmente recalentado. No problem. Como dice Bob, everything is gonna be a´right! Así que nos quedamos como media hora al fadi en el medio de la nada...Y que siga todo paz y amor!

Nos encontramos con los demás en el submarino, la formación que aparece en todos los posters típicos del parque. Después una pasada por el hongo y volvemos bordeando los cerros colorados, unas formaciones que cuando les pega el sol irradian unas coloraciones que combinadas con la erosión de su superficie brindan un espectáculo único! Suenan los Abuelos de la Nada...

Llegamos de vuelta casi a las 20. Nos pasamos como 5 horas ahí adentro. Un flash!! Cansados pero felices, la seguimos en la confitería tomando algo fresco hasta que Walter y Sonia pegan la vuelta para Córdoba.

Le pregunto a uno de los guías si no habrá problemas en que tire la bolsa de dormir en el centro de informes para pasar la noche así no tengo que armar la carpa por tan pocas horas. Afuera sopla un viento de la hostia! Me dice que seguramente no haya problemas. So,me preparo un arroz y comemos algo con los muchachos.

A eso de las 23 encaro para ir a dormir, y el jefe de los guías me corta el rostro. Como no le gusta la pinta de fumados de los chicos y como yo anduve con ellos, se me hace el áspero y me hecha al carajo. Me dice que puedo tirarame afuera si quiero. Lo miro con cara de me estás cargando? No viste el viento que hay? Un garca total. Cierran la puerta con llave, apagan las luces y se van al carajo. Muy hospitalarios...

En la confitería se hacen los desentendidos, así que agarro y me instalo en el baño. Por lo menos eso es público y no me pueden decir nada. Guachos! Con lo que cobran las cosas!! Si vienen acá traiganse todo si no quieren ser estafados...

Me despido de los chicos que siguen rumbo al sur y me tiro a dormir unas horas. Muy agradecido por su cordialidad! (es un comentario irónico, eh!).

A las 5 me levanté y me fui a la mierda. Pensaba quedarme un día descansando ahí para recuperarme, pero la verdad que no daba para más. Después de 12 días de pedaleo sin interrupción, definitivamente necesito un día de huevo total...

El cielo encapotado totalmente. Parece que se viene el agua. Por suerte hice la excursión ayer...

Encaré para San Agustín del Valle Fértil, a 77 km. Por suerte con una suave pendiente en bajada. Pero igual, con tanta palma acumulada la cosa se hace sentir. El paisaje cambia bruscamente. La humedad va aumentando así como la vegetación. Las nubes que tapan los cerros me regalan una llovizna refrescante.

A unos 10 km de Valle Fértil me cruzo con el museo de Piedras del Mundo. Juan y Andrea me lo recomendaron mucho, así que paro a visitarlo. Es una pequeña joya para los amantes de las rocas. Osvaldo, el creador junto con su hermano, me dan una explicación exhaustiva de la muestra. Es alucinante como químico ver de dónde salen en la naturaleza los distintos elementos y cómo se encuentran combinados. Unos cristales de novela. Realmente es algo que merece la pena verse. Y todo hecho a pulmón por esta gente. Para aquellos a los que les interese, acá van los datos:

Mueso Piedras del Mundo
Osvaldo Merenda
Ruta 510 s/n
(J5449XAO) Usno
San Juan
TE: 0264 155 040732 (de 13 a 21)

Al salir la lluvia me agarró de pleno dejándome hecho sopa. La temperatura cayó drásticamente a 14 C, así que la cosa pasó de fresca a fría!

En el pueblo de San Agustín me instalé en el camping municipal, muy bien equipado. Acá me enteré bien del tema de la devaluación y la viví en la frenética remarcación de precios cuando fui a comprar algo al súper (un 25 %). Una locura! Se va todo al carajo de nuevo??? Otra vez al 89??? Nooooooo....

Bueno, aprovechando el servicio comunitario de la biblioteca pude sentarme a escribirle estas líneas, ya que acá la conexión con internet sale la friolera de 32 mangos la hora!!!! Aghhhhh!!!

Mañana me voy a quedar descansando por acá para continuar camino hacia el parque Nacional Las Quijadas y terminar en San Luis, calculo que el viernes que viene. Quién será presidente para ese momento? Se pondrá peor la cosa?? Veremos...por lo pronto, a seguir adelante!

Les mando un abrazo muy grande a todos y besos para repartir...

Hasta la próxima,

Jamerboi (devaluado)

De la capital puntana - San Luis (13/01/02)

Hola todos/as!! Cómo va?

Finalmente llegué a San Luis enterito y en una pieza. En el camino me fui enterando de algunas de las cosas que andan pasando por el país...qué quilombo!!! Pero en fin, volvamos un poco a la pedósfera del viaje y retomemos donde habíamos quedado...

Estamos a 5 de Enero en San Agustín del Valle Fértil. Primer día del viaje sin pedaleo. O sea, a puro huevo nomás. A pesar de que mis queridos vecinos estuvieron rompiendo las bolas al ritmo bailantero hasta altas horas de la madrugada, por fin un día amanecí a las 10 de la mañana...

Además del museo de Piedras en la entrada al pueblo, hay otro de arte diaguita, un dique para pasear y unos pueblitos cercanos para conocer.

La visita al museo resultó interesante: lo regentea María Luisa, una descendiente directa de diaguitas, y viste como tal. Te cuenta de las tradiciones, mucho misticismo, duendes, energías...aunque el lugar está puesto a todo culo, con muy buen gusto y un bolichito de artesanías impresionante. Curro o tradición legítima??? La verdad que no sabría decirlo...

Mientras manducaba una pizza me hice amigo del Clan Rover del grupo scout de San Juan que estaba parando en el camping. Muy piolas los chicos. Hasta me hicieron un regalito para reyes!!

Esa noche también estuvo más que ruidosa. El boliche del pueblo a una cuadra, mis vecinitos del auto...una tortura! Se me hicieron las 12 de la noche y de sólo pensar que a las 4 me tenía que levantar me deba más sueño! Pero la dulce venganza vino en la madrugada, cuando los chicos del Clan volvieron de una ceremonia a las 5 y se pusieron a depertar al resto del campamento para ir al Valle de la Luna. No les puedo explicar el reverendo quilombo que armaron!!! Mientras desayunaba, yo disfrutaba de los quejidos de los que antes me habían mantenido despierto...

Antes de arrancar viaje, me di una escapada hasta Majadita, un caserío que esta a unos 7 km de San Agustín, con la particularidad de que para llegar hay que circular por una quebrada atravesando el cauce del río 8 veces! Y cada vez más difícil y con más agua el asunto. Yo me preguntaba, para qué catzo limpié la bici ayer si ahora la estoy llenando de barro?

A eso de las 9 comencé a rodar. Otro día de sol infernal. El destino había cambiado y en lugar del abandonado poblado de Marayes, iba para Chucuma, un pequeño pueblito a 70 km de San Agustín, último petit oasis para poder repostar antes de que el desierto lo dominara todo. Fueron unas lindas horas sudando al calor del terrible sol que se cernía sobre mi cabeza.

Al llegar encontré el sitio de camping agreste: un pequeño lugar con unos árboles, junto al piletón de obras sanitarias. Y ahí me encontré con una familia de la capital...que estaba pasando sus vacaciones ahí! Me hicieron un lugarcito y me instalé. A la tarde el lugar se llenó con la gente del pueblito que venían a remojarse una poca en la "pileta municipal".

El 7 fue un día que no voy a olvidar. Me levanté a las 3,30 al son de la bailanta (si, otra vez!) que sonaba de fondo en la casa del encargado de obras sanitarias, donde se había dado una noche de cartas y vino hasta justamente el momento en que yo me desperté. A las 5 en plena oscuridad y esquivando pozos comencé un descenso de lo más adrenalítico hacia los extensos llanos. La escasa luz de la luna me servía para demarcarme el camino. Venía a mil como un buen "king of the road" ya que el tráfico era nulo, hasta que me pegué un flor de cagazo cuando lo que se veía como una escasa penumbra tomó la forma de un caballo. Casi quedo estampado contra las crines del bicho! Lo peor es que estos animales se avivan de golpe de tu presencia y del susto pegan unos saltos que no sabés para dónde van a disparar...y a veces salen en dirección de colisión. Por suerte lo pude esquivar. En cambio, las vacas se te quedan mirando como nabas y no mueven. Tendrán sangre piquetera??

Salió el sol, el viento ya soplaba fuerte del norte y el termómetro empezó a escalar rápidamente. A los 55 km pasé por los restos de lo que alguna vez fue el pujante pueblo minero de Marayes y poco después empalmé la ruta que une San Juan con La Rioja. El aumento de tráfico fue inmediato y tuve que aguzar el ojo de nuevo con el espejito retrovisor para no terminar estampado en el radiador de un escania.

El camino se transformó en una llanura de horizontes infinitos, seca, árida, con rectas laaaaargas y agobiantes bajo el sol. El aire soplaba seco y caliente, resecando cualquier vestigio de humedad. El agua de las botellas, lista para el mate! Aghhhh...

Para redondear el panorama, a partir de los 95 km la cosa se puso pesadita con una suave pendiente en subida recuperando todo lo que había bajado anteriormente. No muy complicada en otras condiciones, pero con esta calor la cosa estaba áspera. Las paradas a descansar eran un tanto masoquista, ya que de la nada surgían hordas de mosquitos raquíticos a hacerse una panzada conmigo. Y el repelente era como chimichurri: me daban con más gusto!

Por fin a eso de las 13 llegué a la sede central del santuario de la Difunta Correa. Durante el camino me había cansado de ver pequeñas muestras de adoratorios de la susodicha, patrona de los caminos por voto popular. Me dijeron que podía acampar donde quisiera...lástima que la sombra se cotizaba más que el dólar por estos días! Los arbolitos parecían transparentes así que terminé montando la carpa bajo uno de los tinglados de chapa que hay para que la gente haga sus asaditos. El calor estaba más que insoportable. Arriba de los 38 C en la carpa!!! Y el viento soplaba con una furia desmedida...pero era viento caliente. Según me dijeron era una pequeña muestra de lo que es el zonda. Irrespirable! Era como estar cocinando pizzas en el peor día de verano y abrir el horno...y que te soplen el calor desde adentro!!! Una locura!!! Igual teminé desmayado en la carpa pegándome una pegajosa y sudorosa siesta...

A eso de las 6 de la tarde fui a recorrer el lugar. Se sube al santuario por unas escalinatas que están rodeadas por infinitas patentes de autos, un montón de maquetas de casas y miles de plaquitas agradeciendo a la difunta por los favores otorgados. Arriba en un cuartito tapizado por fotos de lo más diversas está la estatua de la difunta correa tendida muerta con su hijito (a?) prendido de una teta. Dice la leyenda que la mina había partido con su bebé a través del desierto en busca de su marido y se murió de sed. Pero el crío subsistió amamantándose hasta que lo encontraron unos pastores de la zona. Tiempo después, un paisano que había extraviado su ganado se topó con su tumba y le pidió por encontrarlo, y al otro día lo hizo desde la ahora llamada cuesta de las Vacas en honor al hecho. Así surgió el primer fiel de la difunta, que luego se convirtió en la protectora de los caminos, y en cuyos improvisados santuarios la gente deja botellas con agua. A la iglesia mucho no le copaba la idea, pero finalmente ante el gran fervor despertado tuvo que ceder y hasta se generó el poblado de Vallecito en el lugar para atender las necesidades de los peregrinantes.

No les puedo decir la cantidad de camiones y micros que entran constantemente en este lugar. Hay proveedurías y negocios que venden las mas variadas chucherías para ofrendar o llevarse de recuerdo. En la parte baja hay una serie de capilllas y santuarios temáticos, todos con sus paredes tapizadas de plaquitas de agradecimeiento. Está el salón de los vestidos de novia , de los juguetes, de los trofeos, de los camionero...y así. Abundan las imágenes pintadas de la difunta con su hijo, en las más variadas versiones. En algunas hasta parece que el crío más que un bebe es un enano sátiro prendido de la pobre mina...

Ahora yo me pregunto: qué fue del pibe rescatado por los pastores? Tuvo descendencia? Esto no estará regenteado por el Correíta para hacer un buen negocio del asunto?? Nadie me supo responder al respecto...

La caliente noche fue nuevamente muy ruidosa. Del otro lado del quincho cayó una familia a comerse un asadito, y tenían unas divinas criaturitas que sólo se dedicaban a gritar y golpear las chapas todo el tiempo. Y del otro lado, a un grupo de molestos se les había ocurrido venirse hasta acá a festejar un cumpleaños, con la consabida bailanta a los tacos, por supuesto hasta que yo me levanté a las 4...Murphy otra vez metiendo la cola??
A las 4 arriba con unos hermosos 26 C. El viento calmó un poco, pero no da visos de amainar del todo. Al comenzar nomás y después de una breve subidita me aguarda la mencionada cuesta de las vacas, que disfruto a pleno con las luces de Caucete y San Juan al fondo, con las sombras de la precordillera enmarcando el panorama.

Una vez en el llano nuevamente un monótono camino de rectas interminables por zonas áridas y desérticas, salpicadas con algún que otro árbol espinoso a la vera del camino. Por supuesto, despejado totalmente y con un sol calcinante después de las 10.

A los 102 km llegué al poblado de Encón. Lugar de control caminero de la policía, pero con un derruído ACA que en sus fondos me llama con unos buenos eucaliptus para acampar bajo su sombra. Otra vez sale una siesta a pura transpiración...

El 9 era por fin el día en que llegaría al Parque Nacional Las Quijadas, en San Luis. A la noche se había puesto tormentoso y los rayos caían a lo lejos, pero no se vieron muchas gotas que digamos. Al menos las nubes permanecieron un rato como para hacer que la salida del sol se retrasara un hora. Después se dispersaron y nuevamente sol estuvo al mando.

Nuevamente el mismo tipo de camino. A los 58 km llegué al limite con la provincia de San Luis. Enseguida noté la diferencia: empecé a subir! Despacito pero sin piedad, la ruta iba trepando y morfándome las gambas mientras el sol hacía lo suyo. Al costado del camino empecé a ver una sucesión de ovejas muertas en avanzado estado de descomposición, supongo que por alguna peste, ya que no se veían indicios de rapiña posterior. Un espectáculo lúgubre...

Al mediodía y después de casi 100 km llegué al caserío de Hualtarán, entrada el PN Las Quijadas. Parque atípico ya que no te cobran entrada y el guardaparques está asentado ahí, a 6 km del sitio de acampe. Después de cargar agua a más no poder, emprendí la última trepada. Mi idea era pasarla tranqui esa tarde y al otro día hacer la caminata por el potrero de la aguada. Pero no, ahí nomás se armó la excursión con el guía y en tiempo record tuve que montar campamento, comer algo y cambiarme para la travesía.

Así que a las 14 y bajo un calcinante sol nos internamos en las imponentes sierras de las Quijadas. Un paisaje dominado por los colores rojizos salpicados por el verde de las plantas de la zona. Un terreno arcilloso, fácilmente erosionado por las aguas y el viento, dejando a la vista unas formaciones fascinantes de colores y geometrías.

Carlos hizo una buena guiada tocando temas de geología y luego de paleontología, ya que fuimos a ver unas huellas petrificadas de dinosaurios. Interesante, aunque no eran huellas de godzilla!. De ahí seguimos con Jorge, un porteño en tren de turismo, y nos internamos en las inmensidades del potrero en dirección a los farallones donde surgen los cauces de los riachos, por el momento secos. Cuando el viento quedaba al reparo, realmente era sofocante andar dando vueltas por ahí. Pero las vistas justificaban cualquier esfuerzo adicional.

Por el camino fuimos viendo diversos ejemplares de chica, una planta protegida por el PN, que tiene la particularidad de tener unas raíces muy profundas y hojas verdes en forma de espinas huecas. Su madera es una de las más duras que se conocen, y gracias a su retorcido tronco no es explotable.

Finalmente llegamos a las imponentes paredes que se elevaban unos 250 m por encima nuestro mientras nos internábamos en un cañadón. Imponente. Y por fin vi una serpiente!! Pero era chiquita, una culebrita. Igual no la jodimos mucho por si las moscas...

La vuelta fue cansadora pero rápida, ya que Jorge no quería parar porque sino decía que no arrancaba más. Llegamos al camping después de 5 hs de caminata. Sumadas a las 5 1/2 hs que me pasé arriba de la bici, lo de hoy fue más que suficiente, no?

Mientras tomaba algo más fresco que la recalentada agua que habíamos llevado, veo que cae un tipo en bici, con la mochila de campamento atada atrás en el portaequipajes. Una cara de visible cansancio. Resultó ser Osvaldo "Petete" Pérez, un baqueano de Merlo, maestro de primaria, que hacía mucho quería conocer Quijadas. Así que empezó a probar la bici y se mandó...pero el delirante se hizo los 320 km en un día!!! No, si yo no soy el único que todavía anda suelto...Rompió la racha de no cruzarme con ningún viajero en bici en este viaje!

Se nos unió un tipo muy simpático, Marcus, que en pocos minutos nos acribilló a preguntas y se aprendió nuestras vidas. Resultó ser de origen suizo el loco, así que se copó con la Maira...

Nuevamente salió el plan B. Como ya había conocido las Quijadas y la sombra era más que escasa como para quedarme un día descansando ahí, haciendo uso del dato que me había pasado Carlos, encaré tempranito para San Gerónimo, un pueblito a 30 km de San Luis, con la particularidad de tener aguas termales...por dos mangos!!! Así que no lo dudé y me vino de diez como cierre de esta alocada maratón de bicicleta y caminata de los últimos días con tanto calor. Para mejor, el camping municipal estaba sin servicios, pero todo para mí solito, limpio y con unos buenos pinos bajo cuya abundante sombra me la pasé leyendo y torrando de lo lindo. Todo matizado con un buen baño en las bañaderas de aguas termales, que me vinieron más que bien después de 4 días sin poder darme una lavada como corresponde...

Finalmente el viernes 11 llegué a la ciudad de San Luis. Rumbeé para la plaza, donde me quedé un buen rato a la sombra charlando con un tipo que estaba sentado ahí mientras mirábamos pasar la gente. Es un lugar muy tranquilo. Más que una ciudad capital parece un pueblo grande.

De ahí encaré para lo de mis parientes, donde me recibieron como a un viejo amigo a pesar de no conocerme de antemano y me han tratado de diez. Recorridas por las bellezas de la zona como el Potrero de los Funes, Volcán, Trapiche y el espectacular dique de la Florida. Muy recomendable. Y por supuesto, una intensiva dieta de carnes que me ha dejado de cama: milanesas, asado, chivito....me salen proteínas por las orejas!!!

Bueno gente, después de un par de días de descanso en estos pagos con mi gente, mañana lunes pegaré la vuelta para mardel. Como el bondi entra por la 226 desde el oeste, me bajaré en las Sierras de los Padres para empalmar con Santa Clara por el atajo de Santa Paula y como es tradicional, llegaré pedaleando por la costa por el acceso norte calculo que a eso de las 13. Para aquellos geográficamente a mano, nos estamos viendo prontito y a los demás, seguimos en contacto por mail.

Muchas gracias por el apoyo y los mensajes recibidos durante el trayecto, y será hasta la próxima travesía!! Un abrazo y besos a repartir según prefieran,

Jamerboi

Unas estadísticas

Duración del viaje: 20 días
Jornadas de pedaleo: 19 días
Km recorridos: 1430 km (1185 asfalto, 245 ripio-tierra)
Promedio de km recorridos diariamente: 75,26 km
Distancia máxima recorrida en un día: 134,5 km (Chucuma - Santuario Difunta Correa)
Distancia mínima recorrida en un día: 29 km (San Gerónimo - San Luis)
Total de horas arriba del asiento: 87 hs
Promedio de velocidad general: 16,4 km/h
Máxima velocidad alcanzada: 58,7 km/h (bajando de Chucuma en plena madrugada,donde casi me la pongo contra un caballo)
Problemas técnicos: sólo un par de pinchazos gracias a las espinas de Talampaya...una fierita la Maira!
Alimañas avistadas: tres tarántulas, un alacrán, una culebrita...y un sapo bravo!
Litros de transpiración evaporados instantáneamente: ufffff!!!! una parva!







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